Ficha razonada: Retrato de Doña Isidora Zegers [de Tupper]
Esta obra se encuentra vinculada con otras obras
Fotografía: Archivo CNCR 2018 - L. Ormeño - T. Pérez
Retrato de Doña Isidora Zegers [de Tupper] , 1843
Óleo sobre Cuero, 74.2 x 60.5 cm
Raymond Quinsac Monvoisin
Inscripciones
Image
Firma: Centro derecha R". Q" / monvoisin. / 1843
Procedencia
Museo Histórico Nacional , Santiago , 2014
Jaime Valenzuela , Desconocido
Magdalena Hunneus Valdés - Rafael Correa Fuenzalida
Antonio Ricardo Hunneus Gana , 1889
Jorge Segundo Hunneus Zegers , 1887
Exhibiciones
Exposición de Raymond Quinsac Monvoisin (1790-1870), Instituto de Extensión de la Universidad de Chile, Santiago, 1955

En 1869, el poeta chileno José Antonio Soffia escribió una reseña biográfica sobre Isidora Zegers, exaltando su figura de agente cultural de la naciente república, ya que solo bastó que Zegers llegara, para que se convirtiera en el referente de las artes y la música más importante del país. Soffia citó como ejemplo la velada realizada el 16 de agosto de 1824 en la casa del chelista Carlos Drewetcke, donde el programa musical reunió piezas musicales nunca antes escuchadas en Chile. Como algunas obras de Rossini, interpretadas en canto por la misma Isidora Zegers, dando cuenta de su esmerada educación musical[1] y vaticinando el papel que le correspondería desempeñar en el progreso de la música en el país.

María Ignacia Isidora de Zegers y Montenegro fue hija de Jean François Zegers y Duras y de Florencia Antonia Montenegro Rodríguez de Toledo, quienes se establecieron en Madrid, donde nació Isidora en 1803. Tras la derrota de Napoleón en la guerra de la independencia de España, la familia Zegers Montenegro se debió trasladar a París, donde Jean François sirvió en el gobierno de Luis XVIII. Fue en este período que Isidora[2] y sus hermanos recibieron una educación esmerada en lo intelectual y artístico, formación relacionada con la posición social de sus padres, miembros de la aristocracia francesa y española.

La llegada de Isidora Zegers a Chile se debió a que su padre fue contratado en 1822 como Oficial Mayor, bajo el mando de Joaquín Echeverria, quien fuera ministro del Interior y de Relaciones Exteriores de Bernardo O'Higgins[3]. Isidora llegó a Valparaíso junto a su madre y hermanos el 20 de junio de 1823[4], después de una accidentado travesía.

Casi en forma inmediata, su figura destacó dentro de la sociedad chilena. En 1826, junto con los músicos Carlos Drewetcke y José Zapiola, formaron la Sociedad Filarmónica. Ese año contrajo matrimonio con Guillermo Vic Tupper Brock[5], quien fue asesinado luego de la batalla de Lircay en 1830[6], lo que determinó que ella y su familia fueran perseguidos políticamente. 

Jorge Huneeus Lipmann nació en la ciudad de Bremen, Alemania, el 22 de mayo de 1801. Sus padres fueron Antonio Huneeus Lindemann y Adelaida Lippman (Lipmann) Hilgerlock. Se educó en temas de comercio en Inglaterra y llegó a Chile en 1826, en calidad de representante de casas comerciales inglesas y alemanas. Esto le facilitó formar una red con los comerciantes extranjeros avecindados en el país. Fue en este contexto que conoció a Juan Francisco Zegers y a su familia. En especial a Isidora y su marido. Huneeus fue asiduo a las tertulias que se realizaban en la casa de los Tupper Zegers, por lo que no fue extraño que después de que Isidora enviudara, Huneeus se casara con ella el 1 de enero de 1835[7]. Huneeus falleció en Santiago el 1 de abril de 1877.

En su casa de Santiago Isidora generó un círculo de intelectualidad nacional e internacional, escenario de tertulias con personajes como los argentinos Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento, y los pintores Mauricio Rugendas y Raymond Quinsac Monvoisin. También acogió a Andrés Bello, José Joaquín Vallejo, al pianista chileno Federico Guzmán Frías y al músico norteamericano Louis Gottschalk.

El retrato de Isidora Zegers, junto con el de Jorge Huneeus, fueron realizados en 1843 por Auguste Raymond Quinsac Monvoisin, cuando ella tenía 40 y él 42 años. Los retratos fueron pintados sobre cuero, al igual que el de Carmen Alcalde de Cazotte, correspondiente al mismo año, lo que nos da cuenta de la recurrencia de la utilización de este material como soporte en los primeros retratos pintados en Chile. Este material fue utilizado también en los retratos de los Llavallol y en la pintura del Soldado de la Guardia de Rosas, realizados por Monvoisin un año antes en Buenos Aires. Los retratos de los Huneeus Zegers y el de Carmen Alcalde tienen como fondo un cortinaje con diferentes matices en su coloración, recurso que destaca la figura central. En el caso de las pinturas del matrimonio, se presentan como retratos ovalados, a pesar de estar montadas las pinturas en bastidores rectangulares, recurso utilizado por Monvoisin en otros retratos, como es el de María del Tránsito Cruz Antúnez de Rosales de 1844 o el del Obispo Elizondo de 1851.

Isidora Zegers y Jorge Huneeus son representados en un espacio interior, donde sutilmente, a través de un cortinaje, se devela un paisaje dominado por un perfil cordillerano idealizado del valle del Mapocho. Concepto que se refuerza, en el retrato de Huneeus, porque junto con su firma y año, el pintor agregó que la pintura fue realizada en Santiago. Los retratos funcionan como un “pendant”, con la posibilidad de unir las pinturas en el paisaje que aparece al descorrer el cortinaje, como también en sentido contrario, según la dirección de las miradas, que en este caso se dirige hacia un mismo sentido.

La creación y uso de estos retratos de carácter “matrimonial” se sustenta en el valor simbólico que reside en la perpetuación de la memoria. En este caso, de fundadores de una rama familiar. Las poses y los gestos de los modelos, su indumentaria, los accesorios, atributos y escenografías representadas son un mensaje para el espectador. En primer lugar, para su familia y luego para su entorno, buscando una validación social que recuerde su vida de inmigrantes dedicados al comercio y a las artes, en el contexto de una elite enraizada aún en prácticas sociales del período virreinal.

En este sentido, tanto en el retrato de Huneeus y como en el de Isidora Zegers, se puede presenciar la representación convencional de un tipo de retrato del siglo XIX. Especialmente donde predomina el concepto de la “vera efigie”, comprobado por la similitud de los rostros de otras pinturas, como el retrato ecuestre de Huneeus realizado por Rugendas. En ambos casos se cumple una traducción literal del modelo, específicamente en lo que concierne a las definiciones del rostro. Lo que da cuenta de la importancia del retrato, como una suerte de referente de reconocimiento genealógico por parte de los descendientes de los fundadores de una familia.


[1] Citado en Allende, Adolfo. “Una biografía curiosa de doña Isidora Zegers de Huneeus por el poeta José Antonio Soffia”. Aulos, Revista Musical 3 (1932): 12.

[2] Tuvo clases de música con Frédéric Massimino (1775-1858), maestro de capilla en la corte de Luis XVIII. Con él estudió canto, arpa, guitarra y piano, lo que determinó una sólida formación musical, que le permitió también dedicarse a la composición musical, publicando en este período algunas obras para canto y piano. Ver, Pereira Salas, Eugenio. Bibliografía musical de Chile, desde los orígenes a 1886. Santiago: Ediciones de la Universidad de Chile, 1978; Claro, Samuel y Urrutia Blondel, Jorge. Historia de la Música en Chile. Santiago: Editorial Orbe, 1983, p. 112; Urrutia Blondel, Jorge. “Doña Isidora Zegers, 1803-1869”. Revista Musical Chilena 113-114 (1971): 3-17.

[3] Archivo de Don Bernardo O’Higgins, Tomo IV. Santiago: Archivo Nacional, Imprenta Universitaria, 1948, p. 175.

[4] Ibidem, p. 199.

[5] Militar británico nacido en la Isla Guernesey en 1800.

[6] Escenario bélico de la guerra civil, que enfrentó a las fuerzas de José Joaquín Prieto y Ramón Freire. Isidora quedó viuda a los 27 años con tres hijos (Flora, Elisa y Fernando). Su padre Juan Francisco Zegers, que trabajaba en el gobierno, fue destituido. Esos años se dedicó a la música y a la docencia en el colegio que montó su padre.

[7] Huneeus debió renunciar a su fe luterana e ingresar a la Iglesia católica, ya que sus hijos debían ser formados en ese ámbito religioso. Guerra, Cristián. “La música en los inicios de los cultos cristianos no católicos en Chile: El caso de la Unión Church (Iglesia Unión) de Valparaíso, 1845-1890”. Revista Musical Chilena 206 (2006): p. 22. Los Huneeus Zegers formaron una familia de cinco hijos, compuesta por Jorge Segundo, Flora Laura, Isidoro, Luis, Celina y Adelaida, a los que se añadieron los hijos del primer matrimonio de Isidora. Ver Correa Saavedra, Mario. Jorge Huneeus Zegers: Imagen, pensamiento, acción. Santiago: Editorial Andrés Bello,1969, pp. 15 ss.

 

Bibliografía

1949

JAMES, David, Monvoisin. Buenos Aires, Emecé, p. 60.

1955

VV.AA., Monvoisin. Santiago, Instituto de Extensión de Artes Plásticas de la Universidad de Chile, p. 84.

1981

GALAZ, Gaspar e IVELIC, Milan, La pintura en Chile. Desde la colonia hasta 1981. Valparaíso, Ediciones Universitarias de Valparaíso, reprod., p. 56.

1981

ROJAS, Alicia, Historia de la pintura chilena. Santiago, Banco Español Chile, p. 256.

1989

GODOY, Hernán, Imagen Femenina en las Artes Visuales en Chile. Santiago, Lord Cochrane, reprod., p. 27.

2013

DE LA MAZA, Josefina, “Itinerarios de una vida: El álbum de Isidora Zegers de Huneeus” en: Álbum de Isidora Zegers de Huneeus. Santiago, Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos, reprod., p. 13.

Juan Manuel Martínez
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