Ficha razonada: Domingo Eyzaguirre y Arechavala
Domingo Eyzaguirre y Arechavala , 1843
Óleo sobre Tela, 230 x 135 cm
Raymond Quinsac Monvoisin
Inscripciones
Firma: Centro izquierda R.Q.Monvoisin / 1843

Procedencia
Museo Histórico Nacional , Santiago , 1948
Junta del Canal del Maipo , 1843
Exhibiciones
Esposición del Coloniaje, Palacio de los Gobernadores, Santiago, 1873
Exposición de Raymond Quinsac Monvoisin (1790-1870), Instituto de Extensión de la Universidad de Chile, Santiago, 1955
Exposición del retrato en la plástica chilena, Instituto de Extensión de Artes Plásticas de la Universidad de Chile, Santiago, 1949

Esta pintura fue exhibida en la Exposición del coloniaje de 1873, evento promovido por el entonces intendente de Santiago, Benjamín Vicuña Mackenna, como parte de la transformación del cerro Santa Lucía en un polo de cultura y urbanismo de la capital. En el catálogo de dicha exposición, se describe como sigue:

Núm. 100.- Retrato de don Domingo Eyzaguirre. Obra de Monvoisin, como la de Infante, i propiedad de la Sociedad del Canal de Maipo. Don Domingo Eyzaguirre fué el tipo perfecto del filántropo moderno. Comprendia la caridad en el trabajo, i se hacia capataz de millares de peones para enseñarles el bien con la pala i la barreta, dos humildes pero dos grandes civilizadores, porque la verdadera barbárie es el ocio. Ocupó toda su noble vida en obras de beneficencia o de utilidad pública, sin cuidar ni de su persona (como lo descubre la sencillez de su traje en el retrato) ni de su caudal, pues habiendo ejecutado obras que habrian hecho a otros millonarios, como varios de los ramales que hoi fertilizan el llano de Maipo, murió en 1852 sin dejar hijos ni fortuna. El señor Eyzaguirre está retratado en el plano del canal de Maipo, que parece estudiar. Ultimamente se ha corrido en San Bernardo una suscripción para erijirle una estátua. (Vicuña Mackenna, 1873, pp. 50-51).

Domingo Eyzaguirre y Arechavala (Santiago, 1775-1854), fue parlamentario y, tal como reseña el catálogo de 1873, fundamental impulsor de empresas agrícolas en la zona central del país. En 1827 fundó la Sociedad del Canal del Maipo, una de las primeras organizaciones civiles de la república, encargada de culminar las obras de regadío que se habían iniciado durante la colonia y mantener la red de canales que conducía las aguas de la precordillera por el valle del Mapocho para irrigar la creciente ciudad y sus campos circundantes. Junto a Manuel de Salas, encabezó además la Sociedad Nacional de Agricultura, fundada en 1838 con miras a fomentar la industria local basada en la producción agrícola[1]. En sintonía con los principios de la caridad cristiana y simpatizando con algunas de las ideas protosocialistas, Eyzaguirre emprendió varias acciones filantrópicas que buscaban desenvolver la autonomía de campesinos e indígenas, llegando a patrocinar, por ejemplo, una pequeña industria de lana en el departamento de La Victoria, del que fue gobernador por varios años[2].

Acorde con las acciones que marcaron su vida, Monvoisin emplazó a Eyzaguirre al aire libre, gesto excepcional en la obra de este artista, que utilizó muy poco el motivo de la naturaleza como fondo de sus telas. Se destacan otras tres excepciones: el notable retrato de Manuel Tomás Tocornal con un paisaje cordillerano, el de Domingo de Toro-Zambrano y Guzmán y su hijo Domingo de Toro Herrera con una alameda y una escena campestre detrás de las dos figuras, y el retrato colectivo de la familia Dámaso Zañartu, que deja ver, a través de un interior abierto, los cerros característicos del valle del Mapocho. En cada uno de estos casos, el paisaje se activa como un atributo de los retratados, funcionando como estrategia narrativa que aporta algún elemento de sus biografías.

Sin embargo, la pintura dedicada a Eyzaguirre se distingue de estos casos en un aspecto fundamental: la figura no aparece como superpuesta sobre un telón de fondo de motivo natural, se trata más bien de un cuerpo en la naturaleza. Si bien la interacción de este cuerpo es algo tiesa, atrae toda una tradición de retratos de naturalistas en los que se destaca la acción en terreno. Sentado en una roca, el ingeniero posa con un compás en una mano y un plano en la otra. A sus pies, una canasta llena de frutas emula una fértil cornucopia y un curso de agua conduce la mirada hacia el fondo, como señalando que allí se encuentra la fuente de esta abundancia. El campo y la cordillera de los Andes al fondo permiten reconocer el cajón del Maipo, el sinuoso valle de un torrente cordillerano que, gracias a los trabajos de canalización impulsados por las sociedades fundadas por Eyzaguirre, surte de agua la zona donde se concentra la mayor población de Chile.

Fue precisamente la Sociedad del Canal de Maipo, presidida por el propio Eyzaguirre desde su fundación hasta el año de su fallecimiento, la que encomendó el retrato de Monvoisin para ubicarlo en la sala de sesiones de su sede en la calle Merced de Santiago. El cuadro celebraba la culminación de las obras, que solo en 1844 y después de muchos intentos, habían logrado conectar ambos ríos valiéndose de un diseño simple y de bajo coste, que aprovechaba la potencia de los torrentes andinos para mantener despejados los canales. La solución, ideada por Eyzaguirre, daba cuenta de un conocimiento de las dinámicas de la naturaleza propio de un científico, al que se sumaba la imaginación práctica de quien ve en ella un sistema productivo.

Este retrato se emparenta con La beneficencia (Museo Histórico Nacional), pintura de grandes dimensiones y de carácter conmemorativo, realizada por el artista mendocino Gregorio Torres en 1847. En ella, la figura de Eyzaguirre se integra a una suerte de ateneo de la filantropía de la época, presidido por Manuel de Salas. Con toda probabilidad, Torres conoció el retrato de Monvoisin, pues era uno de los miembros más activos de su taller, cumpliendo el rol de “inspector” de la escuela de pintura que el francés mantuvo abierta durante su primera estadía en Santiago. Otro monumento conmemorativo dedicado a la misma figura es la notable escultura en bronce creada por Nicanor Plaza en 1884, obra que preside hasta la actualidad la plaza de armas de San Bernardo, actual comuna conurbana de la capital, cuyo diseño fue proyectado por Eyzaguirre como lugar donde se conectan los ríos Maipo y Mapocho[3].

Además de retrato, esta es una obra alegórica que representa las virtudes de la ingeniería. Es también una pintura de asunto histórico al narrar la trasformación de una geografía y la conversión de las dinámicas de la naturaleza en sistemas productivos por la acción de un grupo de hombres movilizados por los ideales de progreso. Hoy, en medio de la crisis hídrica que tiene al valle del Maipo al borde del colapso socioambiental, la obra sirve además como documento para la historia ambiental.


[1] Saldivia, Zenobio y de la Jara, Griselda. “La Sociedad nacional de agricultura en el siglo XIX chileno: su rol social y su aporte al desarrollo científico-tecnológico”. Scripta Nova 100 (2011).

[2] Errázuriz Zañartu, Federico. Apuntes sobre la vida de Don Domingo Eizaguirre. Santiago: Imprenta La Sociedad, 1854.

[3] Zamorano, Pedro. Gestación de la escultura en Chile y la figura de Nicanor Plaza. Santiago: Ediciones Artespacio, 2011; Museo Nacional de Bellas Artes de Chile. Nicanor Plaza, maestro de escultores. Santiago: Museo Nacional de Bellas Artes, 2012.

Bibliografía

1873

VICUÑA MACKENNA, Benjamín, Catálogo razonado de la Esposicion del Coloniaje celebrada en Santiago de Chile en setiembre de 1873. Santiago, Imprenta de Sud-América, pp. 50-51.

1941
FLORES ARAOZ, José, “Raimundo Monvoisin”, Cultura Peruana Revista bimestral ilustrada, Lima, nº 1 y 2, enero-febrero y marzo.

1997

ASOCIACIÓN DE CANALISTAS, Sociedad del Canal de Maipo, 170 años. Santiago, p. 1.

2007

MUSEO HISTÓRICO NACIONAL, Catálogo de la exhibición permanente. Santiago, Museo Histórico Nacional, p. 135.

2009

MARTÍNEZ, Juan Manuel, La pintura como memoria histórica. Santiago, Museo Histórico Nacional, p. 220.

Catalina Valdés
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