Este paisaje, que representa un aspecto del Bois de Boulogne, fue ejecutado después del retorno de Monvoisin a Francia. El gran parque público había sido construido en la década de 1850 por Napoleón III y se encontraba próximo al área de Boulogne-sur-Seine (actualmente Boulogne-Billancourt), donde residió el artista en la rue de Sèvres, 25.
No hay una gran innovación en el abordaje del tema del paisaje por Monvoisin. Destaca en el lienzo un gran árbol colocado en el centro de la composición, cuyas ramas dan un tono grandioso y algo dramático a la representación. Este elemento también establece la escala de la composición, ya que, frente a él, los personajes aparecen proporcionalmente muy pequeños. Todos ellos son figuras habituales en el repertorio de la pintura de paisaje del siglo XIX: la pareja que conversa descuidadamente junto a un banco, la figura solitaria -un flâneur- que camina por el sendero, absorto en sus propios pensamientos, o incluso la figura del pintor que, paleta en mano, lleva sus impresiones del entorno natural al aire libre, directamente frente al motivo. Todos los elementos se articulan a partir de un vocabulario consolidado para la pintura de paisaje de su época.
Toda la escena está tomada por una luz fría, donde predominan los verdes, sin grandes variaciones tonales, y un marcado contraste entre zonas de sombra y de luz. El interés del artista parece residir precisamente en la gran masa de vegetación de este nuevo espacio público, una de las innovaciones implementadas por el plan de Haussmann para París.
Aunque no es frecuente el género de paisaje en la obra de Monvoisin, debe señalarse que en el salón parisino de 1864, año de ejecución de esta pintura, expuso Voyage dans les Cordillères (Amérique du Sud), núm. 1383; y otra tela, de la que no podemos conocer el género por el título, pero probablemente par de la anterior: Souvenir de voyage, núm. 1384.
David James (1951) señala que Carlos Cousiño visitó frecuentemente el taller del pintor en Boulogne en 1870, es probable la adquisición de esta pintura en esa ocasión.
Obra executada após o retorno de Monvoisin à França, esta paisagem representa um aspecto do Bois de Boulogne, o grande parque público que havia sido construído na década de 1850 por Napoleão III e que se situava próximo à área de Boulogne-sur-Seine (hoje Boulogne-Billancourt), onde o artista residia, en la rue de Sèvres, 25.
Não há grande inovação na maneira como Monvoisin aborda aquí o tema da paisagem. A tela tem como destaque uma grande árvore situada ao centro da composição, cujas ramificações dão um tom grandioso e algo dramático à paisagem representada. Esse elemento estabelece ainda a escala da composição, uma vez que, frente a ele, os personagens surgem proporcionalmente muito pequenos. Todos eles são figuras recorrentes no repertório da pintura de paisagem do século XIX: o casal que conversa despreocupadamente junto a um banco, a figura solitária – um flâneur – que percorre a aleia absorto em seus próprios pensamentos, ou mesmo a figura do pintor que, paleta em mãos, colhe suas impressões do cenário natural ao ar livre, diretamente diante do motivo. Todos os elementos se articulam a partir de um vocabulário já consolidado da pintura de paisagem naquele momento.
O conjunto da cena é tomado por uma luz fria, onde predominam os verdes, sem grandes variações tonais, e um contraste marcado entre zonas de sombra e de luz. O interesse do artista parece residir propriamente na grande massa de vegetação desse novo espaço público, uma das novidades implantadas pelo plano de Haussmann para Paris.
Embora o género paisagem não seja frequente na obra de Monvoisin, é de notar que no Salão de Paris de 1864, anos de execução desta pintura, expôs Voyage dans les Cordillères (Amérique du Sud), no. 1383; e outra tela, cujo género não podemos conhecer pelo título, mas que é provavelmente um par do anterior: Souvenir de voyage, no. 1384.
David James (1951) aponta que Carlos Cousiño visitou com frequência o ateliê do pintor em Boulogne em 1870, é provável que tenha adquirido esta pintura nessa ocasião.
Bibliografía
1949
JAMES, David, Monvoisin. Buenos Aires, Emecé Editores, p. 93.
1951
James, David “Nuevos apuntes sobre la vida y obra de Raymond Quinsac Monvoisin”. Boletín de la Academia chilena de la historia 44 (1951): p. 34. Impreso.
1955
FELIÚ CRUZ, Guillermo, “La sociedad chilena que conoció Monvoisin” en: Monvoisin. Santiago, Instituto de Extensión de Artes Plásticas de la Universidad de Chile, p. 36.
1981
GALAZ, Gaspar y IVELIC, Milan, La pintura en Chile. Desde la colonia hasta 1981. Valparaíso, Ediciones Universitarias de Valparaíso, p. 56.
2008
ALLAMAND, Ana Francisca, Raimundo Monvoisin. Retratista neoclásico de la elite romántica. Santiago, Origo Ediciones, reproduc., p. 29.
2010
ZÁRATE, Patricio, 3 miradas. Arte en Chile (vol. 3). Santiago, Museo Nacional de Bellas Artes, p. 199.