Ficha razonada: Doña Julia Codesido Oyagüe de Mora
Fotografía: Archivo CNCR - V. Rivas
Doña Julia Codesido Oyagüe de Mora , 1846
Óleo sobre Tela, 183 x 128 cm
Raymond Quinsac Monvoisin
Inscripciones
Firma: Centro izquierda R.' Q' / monvoisin. 1846. / Lima

Procedencia
Museo Nacional de Bellas Artes , Santiago , 1954
Emilio Bello Codesido , Santiago , Desconocido
Julia Codesido Oyagüe de Mora , Lima , 1846
Exhibiciones
Exposición de Raymond Quinsac Monvoisin (1790-1870), Instituto de Extensión de la Universidad de Chile, Santiago, 1955
Monvoisin, 1969, Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires, 1969
Arte en Chile: tres miradas. Colección MNBA, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago, 2014

Como deja entrever David James, el padre de la joven retratada, Bernardino Codesido, fue con toda probabilidad el mayor comitente del artista francés en Lima. Era un acaudalado empresario grancolombiano, natural de Valencia (en la actual Venezuela), establecido en la capital peruana desde fines de la década de 1830. Al evocar un suntuoso sarao en casa de la familia Codesido, situada en la calle limeña del Corcovado, Heinrich de Witt precisa que en el salón principal se veían sendos retratos de cuerpo entero de los anfitriones, Bernardino Codesido y Josefa Oyagüe, junto con los de sus hijas Matilde y Julia. Esa misma noche, Julia hizo una demostración de sus dotes para el canto, interpretando un dúo con Rosa Zevallos, acompañado al piano por el maestro Dolce. Es probable que la recepción misma, celebrada el 16 de julio de 1846, tuviera como propósito principal dar a conocer el novedoso conjunto de pinturas ejecutado por Monvoisin. El pintor llegaba precedido por su reciente fama como retratista y pintor de género en Chile y Argentina. En cierto modo, esos aparatosos lienzos ­–acompañados por un escogido mobiliario europeo de nuevo cuño– venían a ser un contrapunto burgués y republicano respecto de las galerías familiares que ostentaba la antigua aristocracia virreinal. En su mayoría, aquella elite colonial había dependido de las redes del comercio indiano y terminaría arruinada por el proceso de independencia. Estos sectores fueron rápidamente desplazados por una emergente oligarquía comercial, que logró consolidarse en el contexto del auge guanero, junto con la era de estabilidad política inaugurada en 1845 por el primer gobierno constitucional de Ramón Castilla.

En ese período de rápidos cambios sociales y económicos, la fortuna de Bernardino Codesido empezaba a ser reconocida como una de las más sólidas del país, si bien estaba lejos de ser un modelo de integridad. Sus intereses estaban diversificados y comprendían desde una mina de plata en Copiapó (Chile) hasta grandes negocios de exportación e importación en la Gran Colombia y, desde luego, el Perú. Esa dinámica empresarial de los Codesido explica que su hija Julia hubiera nacido en Guayaquil el año 1832, tiempo antes del traslado definitivo de la familia a Lima.

El retrato que Monvoisin hizo de Julia Codesido, la mayor de sus hijas, sin duda contribuyó a afianzar la fama de esta como una de las jóvenes más agraciadas de la nueva elite limeña. De ahí que su figura y su vestimenta de gala ofrezcan la apariencia de una “debutante en sociedad”, concepto asociado con un rito social de signo cosmopolita, que provenía de las grandes ciudades y cortes europeas. Lo sugieren el peinado con bucles colgantes, que evoca la retratística elegante de tradición vandyckiana, y el vestido a la última moda francesa del momento. Es un elaborado traje de raso y tul en tonalidades rosas y blancas, con guirnaldas de rosas naturales sobre la falda y flores similares sobre el escote, los hombros y el peinado. El atrezzo que la rodea, como la columna, el cortinaje y el pesado mobiliario historicista, logran conjugar armónicamente el lujo de raíz aristocrática con la comodidad burguesa, manifiesta en detalles como el chal de seda bordada colocado al desgaire sobre la mesa de al lado, donde posa relajadamente su mano izquierda.

Por los años en que Monvoisin pintó a las hermanas Codesido, ya Emilio de Mora y Delaneux frecuentaba la casa familiar. Se comprometió tiempo después con Julia y en 1850 contrajo matrimonio. Mora era hijo del importante abogado y publicista español José Vicente Mora, quien llegó a desempeñarse como secretario del mariscal Andrés de Santa Cruz durante los años de la Confederación Perú-boliviana. Su hermana Matilde se casó con el famoso abogado y literato chileno Andrés Bello. Mientras esta rama de la familia se asentó en Chile, Julia fue abandonada por su esposo luego de perder un hijo y Mora se retiró como consignatario del guano en Barbados. En la siguiente generación se produjo la dispersión de los retratos, junto con el declive de la antigua fortuna familiar, y el lienzo de Julia fue donado por su sobrino Emilio Bello Codesido al Museo Nacional de Santiago.  

Luis Eduardo Wuffarden
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